Cuando vemos una obra de arte, como seres juicios, no logramos “escuchar” su mensaje inmediato, muy evidente se ve plasmado en las obras de arte histórica, en donde la imagen contenía no un mensaje puramente estético sino más bien simbólico-religioso.-
Yo, me siento en la obligación de dar a conocer parte de la verdad, del contenido que no solo la imagen puede dar, sino el contenido material en donde está plasmada mi obra. Ese contenido, esa base que mantiene y soporta lo expuesto, también dice algo, no solo de mi voz, más bien de Otros, aquellos otros que están o que estarán en un medio-ambiente en constante desequilibro, perjuicios y males que los humanos le estamos causando. Por eso quiero más que aclarar, declarar que:-
Más del 90 % de los materiales que se usan-usaron para la realización de las obras-artesanías que me dedico a crear, fueron en sus “orígenes” residuos o desechos urbanos recolectados de distintos puntos de la ciudad, de la zona periférica de la misma y de mi propio hogar.-
Bien es sabido las virtudes medio-ambientales y económicas en la reutilización (reciclaje) de lo que arrojamos como desperdicio en las diferentes actividades humanas, también es bien sabido que con el solo proceso: tirar-recogerse-reciclar-reutilizar, no alcanza, el cambio debe empezar y hacerse en casa, puertas adentro en la medida que más podamos.-
Desde mi punto de vista y desde mi proyecto, podría decirse artístico; cuando voy a realizar una obra; y en nuestro hogar, dentro de un volquete, a la vera de un camino, dentro de un cesto, en el basural, en una obra en construcción, me encuentro con la materia prima: placas de yeso, montantes, cañas, frascos, latas de metal, maderas, etc. que me permitirán por un lado obtener el material de uso a un costo nulo y por otro lado “llegar” casi oculto y sigiloso , a beneficiar a terceros en la reducción de desechos. Todo esto, con el fin de realizar mis obras destinadas a embellecer, decorar, o puramente a ser contemplado a través de una perspectiva estética atrayente a esos otros, a los terceros, que se verán “de frente” con su basura, con sus sobras, con los excesos de su consumo, por supuesto que transformadas…pero que comparten un mismo origen. En general todos al encontrarnos con estos elementos que son de uso para mis obras, la definición para describirlos sería pura y simplemente: BASURA, MUGRE, etc.. Allí el juicio estético que se le dará a los mismos estará supeditado a: NO SER VISTO, desagradable, feo, que estorba, o puede pasar totalmente desapercibido, pero seguramente nadie quiere tenerlo acumulado en sus hogares, colgado en una pared o sobre un escritorio.-
Con esto no quiero argumentar que todos estamos obligados a salir a la calle y hacer lo que uno hace, sino a tomar conciencia del manejo particular de sus residuos, la reutilización de los mismos y un control-reducción para con los basurales, en definitiva para un orden público equilibrado.-
La transformación, el cambio, la razonabilidad altruista y la capacidad creativa-creacional que todos tenemos, no debemos sedarla, cederla ni cesarla (scc) porque solo así podremos revitalizar ese amor por el mundo, por el otro, por la propia comunidad, en donde nos toca vivir y convivir.-
Porque al percibir, al sentir la trans-formación, no es solo experimentada por quien la ejecuta a la obra, puede ser de arte o de bien, si quedara allí no tendría sentido alguno; debe ir más allá, o sea des-ocultarse, eyectarse para que la VERDAD de la obra (arte-bien) cobre vida con/para la comunidad.-
De este modo si la reutilización de desechos no solo para hacer una lámpara, un cuadro, una veleta o una escultura mural, sino para muchos elementos que reingresen al uso práctico o contemplativo de la cotidianeidad entre los individuos ayudaran a la mejora de cada uno, y no se acumularan como estorbo en la vía de un progreso sostenible, de todas las comunidades, de todos los Argentinos, de todo un mundo que lo necesita.-
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